20110629

Maestría ¿trabajo mejor pagado?

Aprovechando el hecho de que en lo particular me encuentro a aproximadamente un año de terminar mi carrera, uno de los cuestionamientos principales que me invaden es ¿que hacer después?. En los puestos de periódicos no hay anuncions que digan "Se solicita sociólogo" como siempre se ha bromeado del tema, mucho menos el oficio de cuentista. Como tal, después de múltiples análisis, lo mejor es realizar una maestría.

No se como funcione el caso para diversos paises, pero aquí en México tomar una maestría aún es un negocio rentable. Si el desempeño y el proyecto son los adecuados, se puede vivir de becas no muy grandes, pero si superiores al salario mínimo. Existen muchas y muy diversas universidades que manejan planes de retribución a cambio de el trabajo de investigación, un caso que no se repite en países como Chile o Inglaterra, donde es caro realizar este tipo de posgrados. Para las carreras que no tienen mucha demanda en el mercado laboral, como las ciencias sociales, la gran alternativa es el continuar con los estudios, hasta alcanzar un grado alto de preparación que permita el acceso a puestos más elevados.

Naturalmente, para que esto pase debe de exisitr un proceso riguroso de aprendizaje en las licenciaturas, y más aún, un trabajo de ejercicio de investigación (tesis/tesina) que prepare al alumno en cuestión para ael siguiente grado, y de paso, funcione como filtro para aquellos que no podean la capacidad para demostrar un mayor grado de especialización. Sé que es una declaración muy dura, pero no se puede dar acceso a este tipo de recursos para cualquier persona, sino sería un caos de caos académico.

En lo particular deseo continuar mis estudios en Literatura o en Letras, pero habrá que ver que cuestión prosigue. En un año tal vez en un post como este relate como acabó esta historia.

20110614

El extraño caso de la revista Sapiencia


Siendo el día de hoy martes 14 de junio, me gustaría evidenciar un caso particular, que sin embargo se repite en muchas instituciones, y que representa una de las partes de la mediocridad que reside en las universidades locales.

La revista "Sapiencia: Sociedad en movimiento" fue fundada en el año 2005 de la mano de editores estudiantes de la UAM Azcapotzalco, como un esfuerzo libre para la comunicación de ideas independiente, de manera que resultara un espacio de expresión para todo el alumnado. Hasta aquí bien. Sin embargo, a lo largo de los años, "Sapiencia" se fue quedando en manos de alumnos que tenían un rezago en sus culminaciones de carrera de cinco o diez años, conformándose una especie de "mafia" destinada a desviar los recursos que proporcionaba la escuela para la publicación. Los viajes a presentaciones, congresos, siempre iban acompañados de festejos con excesos y con gastos irregulares, estadías de cinco días en presentaciones que solo duraban uno y falsa comprobación de gastos. La acusación suena grave, y en verdad elogio el hecho de que supiesen manejar muy bien la información de manera en que no pudiese existir un archivo público de comprobación de gastos. Pero revistas impresas en media carta con una especificación de presupuesto de 3/4 de hoja deja mucho que pensar.

Naturalmente, los años pasaron y los alumnos originales se fueron retirando en la medida en que dejaban su lugar en la universidad. En la culminación de la generación, los editores salientes "heredaron" su lugar a un grupo de alumnos, que si bien contienen ideas emprendedoras y han puesto en marcha la circulación de la publicación, también han quedado expuestos al haber obtenido un puesto sin un concurso previo abierto a todos los estudiantes, y con una preparación cuestionable al respecto. La justificación de esta "elección" es la publicación de una pobre página en la cual las convocatorias están abiertas, pero sin publicidad adecuada en el seno de nuestra propia universidad, como debería de ser.

Muchas veces se cuestiona abiertamente que el sistema político de nuestro país (Mex) se encuentra enviciado solo en el sector público. Pero estas prácticas mismas se reproducen en espacios tan "abiertos" como las universidades públicas, y peor aún, a veces incluso entre los grupos de docencia que forman bloques en búsqueda de recursos. La preparación académica no está necesariamente de la mano con la preparación humana, ni con la solidaridad con los demás alumnos. La falta de información también es un recurso de estas prácticas elitistas. Pero la búsqueda de succionar recursos públicos permite todo, casi como las prácticas entre la guerra y el amor.